Crece la polémica por el Bailando Kids
El Comfer tiene un sumario abierto y se prepara para aplicar sanciones. Denuncias y mensajes en las radios. ¿Es para tanto? ¿La culpa es de los padres?.
El ShowMatch modelo 09 desempolvó, junto a sus segmentos clásicos, una polémica que años atrás ya le había traído problemas a Marcelo Tinelli: los niños como participantes de sus concursos. El jueves 7 de mayo, quince parejas de entre 8 y 12 años, provenientes de distintas provincias argentinas y el Uruguay, inauguraron Bailando Kids, con un jurado compuesto por Reina Reech, Laura Fidalgo, Miguel Ángel Cherutti y Carmen Barbieri. Así, los menores ocupan el lugar que el año pasado fue para vedettes, Cicciolinas y bailes del caño, en la versión adulta –¿para adultos?– del mismo concurso.
ABUSO Y MALOS ANTECEDENTES. “Muy sexy bailando este reggaetón, un sexy que se entiende dentro de lo que es la niña. Muy atractiva, muy seductora”. Así le habló Barbieri a la participante Zaira Fuentecilla, de 9 años. Su comentario, más allá de la confusa aclaración sobre “un sexy que se entiende dentro de lo que es la niña”, junto a los contoneos de los chicos con el “perreo” del baile, encendieron la llama y pusieron en estado de alerta a los especialistas en infancia.“Los chicos tienen sexualidad de chicos, que está bien entre ellos: el problema es cuando interfiere un adulto”, dice Isabel Monzón, una de las profesionales indignadas más visibles en un famoso episodio de Agrandadytos, cuando en 2005 Dady Brieva le dijo a una chiquita que le mostrara la bombacha y se armó un escándalo. Para Monzón, “lo que se hace en este tipo de programas es abuso”, y los principales responsables “son los padres que quieren hacer plata con sus hijos”.En Radio Continental, la pediatra Mirta Kelman coincidió en “abuso” como diagnóstico: “Nunca se vio tanta contradicción entre lo que se quiere educar y lo que expone en los medios hacia los niños. No se dan cuenta de las consecuencias de lo que están exponiendo a sus hijos, hay una colonización del territorio infantil. Tinelli no puede, con dinero, pasar por encima de todas las leyes de protección al menor”.Beatriz Janin, directora del posgrado de especialización en psicoanálisis infantil de la Asociación de Psicólogos, pone el foco no sólo en los participantes del programa, sino también en los que están del otro lado. “La distorsión del contacto entre una nena y un nene, que arman un juego erótico entre ellos absolutamente precoz y no bailan como chicos, sino que fueron preparados para un tipo de baile en donde lo que se juzga es la conexión con la pareja o las miradas entre ellos, no es que van a jugar y a bailar. Eso es un problema no sólo para ellos sino para los chicos espectadores, porque reciben un estímulo que no pueden metabolizar ya que no tienen los elementos para hacerlo, y quedan desprotegidos”. Además alerta sobre las consecuencias: “Después no nos sorprendamos de algunos fenómenos que se dan en las escuelas con chicos que tienen un juego de seducción precoz”.
Fuente. Crítica Digital
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