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miércoles, 17 de junio de 2009

Niños más felices...



Los niños más felices tienen valores claros y una espiritualidad sana

Un estudio de la Universidad Columbia Británica (Canadá) ha analizado a un total de 320 niños para sacar conclusiones sobre su felicidad. Para ello, se han buscado conexiones entre la espiritualidad, la religiosidad y los temperamentos. Uno de los intereses principales era descubrir qué importancia tienen estos tres elementos en la felicidad de los niños.

Conseguir que los hijos crezcan más felices pasa por incentivar en ellos valores como la alegría de vivir o la importancia de la amistad. Es una de las principales conclusiones a las que llega el estudio, publicado en la revista ´Journal of Happiness Studies´.

Se habían hecho estudios sobre la relación entre espiritualidad, y religiosidad --entendida como rituales institucionales, prácticas y creencias— como factores que ayudan al incremento de la felicidad en adultos y adolescentes. Sin embargo, este estudio quería investigar si esta misma relación se podía aplicar también a los niños.

La metodología ha consistido en realizar diferentes tests entre niños de entre 8 y 12 años, y entrevistas a los padres. A partir de aquí, los resultados muestran que los niños que sienten que sus vidas tienen un sentido y que creen en valores, son más felices.

ESPIRITUALIDAD, SÍ; RELIGIOSIDAD, NO
Los autores han descubierto que los menores que decían ser más espirituales eran también más felices. En particular, valores personales como la alegría de vivir y comunales, como la calidad y profundidad de sus relaciones, han resultado ser importantes índices para predecir los diferentes niveles de felicidad entre los niños.

También el temperamento de los menores se ha demostrado que influye en la felicidad de los niños, ya que los más felices han resultado ser también los más sociables. Pese a ello, la relación entre la espiritualidad y la felicidad se mantenía fuerte también cuando los autores tenían en cuenta el temperamento del menor.

En cambio, la religiosidad, entendida en un sentido ritual o litúrgico (acudir a misa, rezar, etc.) demostraron tener un efecto mucho menor en la felicidad en el caso de los niños.

El estudio concluye, pues, que "aumentar los valores personales puede ser la clave de la relación entre espiritualidad y felicidad". Los autores apuntan a que incentivar la amabilidad con los demás y los actos altruistas puede ayudar a hacer a los niños más felices.

Fuente: Europa Press. Redacción: ACPress.net

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