Y
además, se incluyó en el texto a cualquier relación de pareja presente o
pasada que la mujer haya tenido en el momento del crimen o
anteriormente. Así, también se incluyen como agravantes no sólo a los maridos, sino también a concubinos, novios o amantes.
Esta medida “sirve para reflexionar sobre la violencia de género y para avanzar contra una cultura patriarcal”.
La incorporación de la figura del femicidio al Código Penal es un
viejo reclamo de las organizaciones sociales y de derechos humanos que
exigen que se reconozcan como tales los crímenes en los que las víctimas
fueron asesinadas por su condición de mujer.
No es una cuestión
menor. Durante el año pasado, fueron asesinadas 282 mujeres a causa de
violencia de género. Es decir que se trató de casos en los que el
asesino tenía o había tenido una relación con la víctima. Pero además,
en los últimos dos años, los femicidios subieron 20 por ciento, de
acuerdo a las estadísticas del Observatorio de Femicidios en Argentina
“Adriana Marisel Zambrano”. Se trata de las únicas cifras que existen ya
que no hay ningún organismo oficial que lleve registros a nivel
nacional.
El nivel de agresión contra las mujeres creció tanto que en 2008, la
Corte Suprema de Justicia decidió crear la Oficina de Violencia
Doméstica. Es uno de los pocos organismos oficiales con datos. El último
informe, de marzo, señala que en los dos últimos años las denuncias
crecieron 43 por ciento. Cada año, la OVD atiende, sólo en Capital,
alrededor de 7 mil casos.
El mes pasado tuvimos una
video-conferencia en la Legislatura de Neuquén con la Dra. Carmen Argibay, de la
Suprema Corte de Justicia por el día de la Mujer, charla que estremece
por el aumento de casos de violencia de Género.
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